SG-10
La «casa de la luz», como la suele llamar su propietaria, pertenece a la etapa tem-prana de Vivas, cuando aún siendo un apasionado estudiante de Arquitectura, proyecta esta obra, su primer diseño de estructura metálica para una pareja de médicos. Su propietaria la define así: «Es una casa abierta, como la vida. La ob-servas de cualquier sitio y siempre presenta perspectivas nuevas y ángulos armo-niosos que en cincuenta años no has descubierto y te gustaría recordar. Los crista-les incorporan al exterior a la intimidad del hallazgo cotidiano. El espacio de la planta baja te hace libre, porque no hay paredes y una columna altísima sostiene la estructura, en un derroche de metal que se eleva hasta el techo de madera en-tre los dos espacios. El patio de baldosas rojas aísla los ruidos de la calle y te sien-tes en el campo, acompañado, feliz y en soledad». La íntima casa, construida con materiales livianos, cerchas metálicas para sostener techos de madera, y tabique-ría con aglomerados de madera, sin duda maneja conceptos de prefabricación, diseño límite y bajo costo, donde la lógica del tipo estructural y los materiales construyen un íntimo espacio interior, cuya alma es el colorido vitral de Ligia Olivieri (1936). La escalera, que conduce a las habitaciones, es un alarde de dise-ño límite, que cuelga del techo y se suma a la disminución de los pesos inútiles. La casa pertenece al período durante el cual Vivas ensayó estructuras que le per-mitieron construir un pensamiento y una línea de acción. IGV