DDN
La obra considera la primera modernidad como referencia, época donde preva-lece una depurada geometría de formas elementales de color blanco. El edificio, ubicado en esquina, en una zona residencial de edificaciones aisladas, se com-pone de un gran prisma elevado sobre pilotis, un paralelepípedo vertical que alberga las escaleras, y un cuerpo curvo que cierra la esquina y se convierte en gradería, elevado sobre un basamento que contiene las piscinas y se adapta pro-gresivamente a la topografía. Reinterpretando la arquitectura de Le Corbusier y a su vez rememorando la transparencia y verticalidad de obras como la Douglas House (1971-1973), de Richard Meier, la obra retoma elementos de la arquitectu-ra de Villanueva, como la protección solar y materiales de bajo mantenimiento, con mesura y austeridad. Las piscinas se desarrollan en terrazas ascendentes siguiendo la topografía y se encajan progresivamente contra el cerro. Bajo ellas se desarrollan los servicios. El basamento se transforma en escalinata acusando la esquina, otorgándole un carácter público a la entrada. Al interior, el edificio se abre a una amplia plataforma, desde donde se visualiza el conjunto. Los valores de la obra son resultado de los ensayos proyectuales desarrollados y transmitidos por los autores a los estudiantes en su larga trayectoria académica. La nítida y correcta composición formal es muestra de un alto grado de abstracción, en el cual la percepción del edificio está íntimamente ligada a la luz del trópico. IGV