Zonas de Caracas

DDN

La obra tiene su origen en una anécdota: Arthur Khan asiste a una entrevista para ofrecer sus servicios como arquitecto a Luis Roche, quien dirigía y promovía nuevos urbanismos en el este de Caracas. En ella Roche plantea lo prescindible de la figura del arquitecto: «Nosotros no somos arquitectos, pero tenemos muy buenos libros de arquitectura». Frase a la que Kahn certeramente responde: «Estimado señor Roche: gracias por su hospitalidad, y si un día se siente mal de salud, llámeme, por favor; no soy médico, pero tengo muy buenos libros de medicina». La conversacion fué el detonante para que el día siguiente Roche le asignara a Khan el proyecto del edificio Altamira. Su arquitectura se encuentra en estrecha relación con el trazado urbano de Altamira, donde el edificio se inserta frente a la plaza Francia (antes plaza Altamira), trazada en función a un eje simétrico cuya axialidad se refuerza por la presencia de un par vial y la centralidad, por un obelisco, condiciones que el edificio asimila en su forma. La planta del edificio se quiebra simétricamente en el eje que proviene de la plaza y en alzado se desarrolla como un volumen bajo de siete niveles. Estas condiciones construyen relaciones visuales ideales con el obelisco, que hacen de este espacio una postal constante de la ciudad. En Altamira diseño urbano y arquitectura constituyen un solo proyecto, una imagen emblemática de Caracas, presente en su memoria, y testigo de cómo Arthur Khan demostró el valor y la pertinencia de la especificidad de esta disciplina. MB