DDN
La edificación, concebida de forma lúdica, propone una estética muy personal, atrevida, y libre de convencionalismos. La solución adoptada es efectista al manejar con maestría el contraste entre planos para crear una fachada dinámica, en apariencia caótica por la profusión de elementos y recursos. Su interpretación de lo moderno arroja una propuesta plástica en la que se identifican las áreas de la edificación: comercio en plantas bajas, oficinas en las plantas intermedias y vi-viendas en el cuerpo superior. El volumen de 10 plantas se distribuye a partir de una planta en forma de «H». Los cuerpos anterior y posterior quedan unidos por un puente que contiene los servicios y la circulación vertical. Este sistema de puentes origina patios internos que promueven la ventilación, y mantienen íntimas las áreas de servicio. La solución de puentes internos superpuestos creó las profundas áreas de vacío características de este tipo de modernidad. La policromía de sus volúmenes en fachada, es una exaltación lúdica del uso del color. La textura de los materiales y planos flotantes verticales y horizontales recubren la edificación, con una técnica constructiva que deriva en un elemento plástico muy particular para su época de construcción, que destaca en el paisaje urbano caraqueño. La obra estableció la escala y la altura para los edificios situados sobre la Avenida Francisco de Miranda y sentó las bases para su posterior desarrollo. WNA/BR