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La arquitectura para edificaciones educativas y grupos escolares reelaborada por Luis Malaussena en los años cuarenta, de los cuales forma parte esta escuela, tuvo gran impacto en la construcción de una nueva identidad nacional. El arquitecto, quien fue reconocido por su obra metropolitana por el Concejo Municipal de Caracas bajo la gestión del gobernador Guillermo Pacanins, desarrolló fórmulas compositivas académicas en los edificios construidos entre 1940 y 1945. El liceo Miguel Antonio Caro, que inicialmente se formó como Escuela Normal para Hombres en Caracas y posteriormente se convirtió en el Colegio Normal Miguel Antonio Caro, es un complejo de cinco edificaciones, pareadas continuas, de dos plantas cada una, proyectadas inicialmente como viviendas para los profesores de la escuela normal. En el cuerpo destinado a internado, compuesto por pabellones y patios, Malaussena logra una unidad formal mediante volúmenes articulados que muestran elementos de control climático. El uso de recursos formales como el balcón y el porche contribuyen a un juego de claroscuros en fachada que potencian y animan la austera arquitectura libre de ornamentos. Los cuerpos destinados a viviendas de los profesores se organizan alrededor de un vacío central de doble altura con cubierta de vidrio, a diferencia de los dormitorios, donde la fachada exhibe pequeñas perforaciones cuadradas en sus muros, que producen al interior una iluminación íntima. Actualmente en la escuela inmersa dentro del actual Parque del Oeste “Alí Primera”, en Catia, se imparten clases de preescolar, primaria, educación especial y nocturna. IGV
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