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Emplazado en un terreno colindante a una barriada popular de autoconstrucción, (Barrio La Cruz), el edificio es un equipamiento deportivo y recreativo que forma parte de un importante plan de transformación urbana del municipio. La obra de equipamiento colectivo, desarrollada en altura sobre una cancha deportiva exis-tente, multiplica los niveles y aumenta el área deportiva, como un contenedor vertical, adosado a las edificaciones existentes que le rodean. Su estructura de pórticos y cerchas de grandes luces maximiza la superficie de cada planta y logra obtener mayores alturas entre pisos. En los cuatro niveles, tratados como plantas libres con escasas divisiones interiores, se posibilitan actividades lúdicas y mayor flexibilidad en los usos, conectados por un sistema de rampas y escaleras. El nivel de acceso al complejo se articula con la calle mediante un espacio público intermedio, el semisótano permite una cancha múltiple con gradas que logran salvar las diferencias de niveles. En el segundo piso se localizan servicios y en el tercero, las oficinas. Una cancha abierta corona el cuarto nivel, a manera de terraza abierta a la ciudad. La fachada muestra macrocelosías de policarbonato y revestimientos de mallas metálicas y materiales microperforados. En este marco espacial de simplicidad y eficiencia, el edificio se suma a obras de pequeño formato, como una operación de mejoramiento y revitalización del municipio, que aporta nuevas cualidades a su área de influencia. JRV/IGV
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