La urbanización Montalbán exhibe un urbanismo de grandes lotes, cuya vocación urbana se consolidó como un área de grandes desarrollos de viviendas masivas a partir de la construcción del Conjunto Juan Pablo II (1988), privilegiando una estructura de macromanzanas. Dentro del impulso gubernamental para solventar el déficit habitacional de manera apresurada, esta es una de las pocas iniciativas que muestran un grado de calidad tanto en el diseño como en su conjunto, lo cual aporta un nuevo concepto de hábitat. Asumida como parte de las 6.090 viviendas ejecutadas por el Ministerio del Poder Popular para Energía y Petróleo entre 2011 y 2012, el Parque Residencial de gran magnitud, propone una plaza elevada sobre un nivel de estacionamientos para reducir costos de excavación. Allí se desarrollan los edificios y se conforma la manzana disponiendo los volúmenes para generar una fachada continua. El borde edificado está, a su vez, definido por una galería cubierta y una franja de locales comerciales. La volumetría muestra cambios en la altura y la fachada, juegos de llenos y vacíos que generan luz y sombra con una lectura de planos superpuestos. Conceptualmente, el conjunto se maneja ofreciendo distintos grados de privacidad, desde lo público, pasando por semipúblico y semiprivado, hasta lo privado, compuesto por unidades de 80 m2 desarrolladas en plantas de doble crujía. El diseño muestra una cuidada calidad formal y constructiva, una arquitectura muy superior al estándar manejado en este tipo de desarrollos promovidos por el estado, incorporando áreas que propicien el encuentro, la socialización de sus habitantes y la importancia de lo colectivo. IGV