Plano del Valle de Caracas y de la Costa de la Guayra, 1828
Construido. Con las observaciones astronómicas hechas por los S.S Humboldt y Fidalgo, y los planos por el Ingeniero D. Agustín Crame y otros por D. Felipe Bauzá, año de 1828.
Fecha: 1828
Autor: Don Felipe Bauzá Y Cañas
Original: colores, 43 x 35 cm.
Dibujo a tinta y pigmento, pluma y aguada.
Escala: sin especificar
Origen: Museo de América.
A partir del siglo XVI y XVII las representaciones cartográficas se fundamentaron en la recolección de datos a partir de las expediciones científicas y militares para asegurar el dominio de los imperios en sus colonias. Los avances en la cartografía como una forma sistemática de registro soportada en la medición, la observación y la representación con fines específicos, fueron posibles gracias a que distintos ingenieros, científicos y cartógrafos lograron levantar un mismo territorio en distintas épocas, con distintas técnicas, contribuyendo al avance de la disciplina y a un conocimiento mas exhaustivo y detallado del mundo.
Don Felipe Bauzá y Cañas (1764-1834), es uno de estos cartógrafos que dedicaron su vida y obra a representar en papel, datos sobre la geografía, los pueblos, las ciudades y los territorios relacionados con la Corona Española. Bauzá fue un hombre renacentista: marino, grabador, maestro de dibujo, explorador, cartógrafo y político español, que estuvo a cargo cartografiar, las cartas, rutas y los planos de la expedición Malaspina, la más importante expedición “científica y política” alrededor del mundo[i] financiada por la Corona Española realizada entre 1789 y 1794, en la época ilustrada del Rey Carlos III.
Bauzá y Cañas también ejerció como dibujante en el proyecto del Atlas marítimo de España, uno de los grandes retos científicos del momento, pues el Atlas tuvo como objetivo de gran magnitud, nada mas y nada menos que la confección de la cartografía costera española y la determinación de la longitud del perímetro peninsular. Tambien lideró la expedición para producir el Atlas de la América Septentrional entre 1792 y 1805, que recorrió gran parte de las costas venezolanas entre 1794 y 1795.
El “Plano del Valle de Caracas y la costa de la Guayra” de Don Felipe Bauzá, según reza en su viñeta, es el resultado de la recopilación de cartografías y datos previos, derivados de las observaciones de Alexander Von Humboldt y las cartas marítimas de Joaquín Francisco Fidalgo realizadas entre 1793 y 1794, así como también en los planos levantados con anterioridad por el ingeniero militar Agustín Crame. Cabe recordar que Crame hizo una representación similar para la inteligencia del plan de defensa de la ciudad en 1778.
Bauzá logra representar en este hermoso plano de 43 x 35 cm. dibujado a tinta, pigmento, pluma y aguada todo el territorio del Valle de Caracas, asi como la cuadricula fundacional de Caracas y el casco de La Guaira, identificado como “Plano de la Plaza de la Guayra”.
El plano, en el que no se identifica escala alguna, evidencia en su sensible representación las relaciones fundamentales y elementos que componen el territorio, mostrando un conocimiento cabal de la geografía, las dimensiones, proporciones, alturas y distancias que constituyen el escenario del valle donde se inserta la ciudad. El plano considera dos encuadres distintos, uno para las ciudades a una escala mayor (en las esquinas izquierda y derecha del plano) y otro para el territorio, a una escala menor.
El plano privilegia el relieve del valle, hermosamente representado, dibujando cerros, cimas, y valles mediante el sombreado de una de las caras de la montaña. Los ríos y quebradas se dibujan en tinta negra, mientras que las ciudades, edificaciones y rancheríos se dibujan con pigmento rojo.
Observando con detenimiento este plano, podemos constatar algunas similitudes entre la forma de representación de Bauzá y el conocido plano de Caracas que mas tarde dibujaria Eduardo Rohl a partir de un vuelo aerofotográfico en 1934. Ello nos permite pensar que este plano puede haber servido como referencia gráfica para Rohl.
Dentro de la cartografía de Caracas, este es uno de los pocos planos históricos donde es posible apreciar toda la dimensión del valle, el cerro El Ávila y la costa del litoral. Podríamos decir que Bauzá, utiliza su experiencia y conocimientos, así como los antecedentes y descripciones realizadas por otros científicos y cartógrafos, para reconstruir el territorio con una mayor precisión en sus dimensiones y relaciones de distancia. Comparándolo con otros planos vemos que su encuadre es muy similar al que representó Pimentel, en el primer plano de la ciudad en 1578. Sin embargo, Bauzá orienta el plano al revés, con el norte hacia abajo, siguiendo los parámetros del plano representado por Agustín Crame en 1778.
El plano muestra el valle de Caracas al oeste mas alla de Cotiza, hasta Petare, al este; y desde la costa y la Guayra al norte, hasta Baruta y “Cariquao” al sur. Caracas se representa como una mancha urbana compacta, entre las quebradas Catuche, Caroata y el río del Guaire, al pie del cerro El Calvario. Algunas construcciones al este de la quebrada de Catuche, señalan que la ciudad se empieza a extender mas allá de los límites naturales inmediatos.
El dibujo muestra un rico escenario de múltiples vertientes, quebradas y cauces de agua provenientes del Ávila. El río Guaire divide el valle en dos partes norte y sur. Al norte del río se muestran grandes paños entre quebradas poblados por rancheríos y casas dispersas en el territorio. Mientras que, al sur, alejados del casco central, ya se identifican los pueblos de Antímano, Mamera, Cariquao, Rincón, Valle, Baruta y González. A partir del casco central es posible visualizar un sistema de caminos o rutas que conectan los pueblos de la periferia con la ciudad.
Bauzá solo señala en plano dos edificaciones de importancia, el almacén de pólvora y la Casa del Real Amparo. Esta última era edificación que aspiraba a sustituir el Hospital de San Lázaro al ser clausurado en 1776, pero que terminó sembrándose de hermosos jardines simétricos y utilizándose para celebraciones oficiales. La imagen de la Casa del Real Amparo tambien es recogida en el plano de Caracas de Francisco Depons de 1801.
El dibujo de la ciudad como tal, ubicado en la esquina inferior derecha, muestra en detalle el conjunto aproximado de 85 manzanas, ordenadas alrededor de la Plaza del mercado y zonas agrícolas al sur, en la margen norte del río del Guaire.
En cuanto al plano de La Guaira, ilustra que ciudad se desarrolló estratégicamente a los pies de una colina limitada al oriente por el río Osorio, sobre la cual se construyó el Castillo del Príncipe (hoy conocido como Castillete de La Guaira), para proteger la ciudad. El sistema defensivo incluye un conjunto de fortificaciones alineadas -Castillos del Príncipe, San Carlos, San Agustín – y el Castillo Palomo situado más al este.
Bauzá y Cañas trabajo en este plano en el exilio, pues tras la llegada del absolutismo, y “como consecuencia de su actuación política en el trienio liberal”, debió salir de España y escapar por Gibraltar hacia Londres en 1823. Allí continuó trabajando y emprendió nuevos proyectos cartográficos, entre ellos este plano del valle de Caracas, así como una carta oriental de las costas del seno mexicano y un mapa de parte del territorio de Colombia. El año en que dibujó este plano de Caracas, 1828, fue el mismo año en que “fue condenado “a garrote vil” por la Corona Española, con confiscación de bienes y pérdida del cargo de director de trabajos hidrográficos.
El plano forma parte de los álbumes de dibujos de la expedición Malaspina donados por Carlos Sanz al Museo de América, a pesar de que su levantamiento no se produjo en esta expedición, sino en 1794, como parte de la expedición para producir el Atlas de la América Septentrional[ii] que se realizó entre 1792 y 1805.
Dentro de la extensa obra cartográfica de Bauzá uno de sus planos mas complejos es el “Mapa de una parte del territorio de Colombia en la América Meridional, que comprende las nuevas provincias de Coro, Carabobo, Trujillo, Barinas, Achaguas, Caracas, Barcelona y Cumaná, Mérida, Casanare y Guayana”, publicado en 1841, que según Francisco de Solano (De Solano, 1991) era comparable al “Mapa político de la República de Venezuela” realizado en 1840 por Agustín Codazzi, quien también se apoyó en las notas de Humboldt y Fidalgo.
Su obra le valió ser miembro de la Real Sociedad Económica Matritense (1805), la Real Academia de la Historia (1807), la Royal Society de Londres (1819), la Academia de Ciencias de Turín (1821), la Academia Nacional (1821), la Royal Geographical Society (1831), la Real Sociedad Marítima de Lisboa (1832), la Academia de Ciencias de Baviera, y ser condecorado por el zar de Rusia con la orden de San Vladimiro.
[i] En la expedición a cargo de Don Alejandro Malaspina, también conocida como “Expedición Vuelta al Mundo”, Bauzá ocupó el puesto de director de levantamiento de cartas y planos náuticos, siendo asignado a la corbeta Descubierta, a bordo de la cual realizó dicha expedición.
[ii] José Francisco Fidalgo, quien estaba a cargo de la segunda división de Bergantines que formaban parte de la expedición, fue el encargado de realizar el levantamiento de la costa venezolana en 1793 durante seis meses, y La Guaira en 1794.
Bibliografía
De Solano, Francisco. (1991) “Relaciones topográficas de Venezuela 1815-1819”. Editorial CSIC. Sevilla. 401 p.
Verás-Verdejo, Luisa (2010) “Las expediciones cartográficas de la Marina. Siglo XVIII”. Cartografía Hispánica: imagen de un mundo en construcción, 1503-1810.- Madrid- Ministerio de Defensa; 2010, pp. 391-413.
Martínez y Guanter, Antonio (2011) “Biografía de Don Felipe Bauzá y Cañas. Capitán de Navío de la Real Armada Española”. Revista General de la Marina, tomo 261. Pág. 855-864. Madrid.