El edificio de comunicaciones, ubicado al extremo oeste de la plaza del Rectorado, completa la tríada de edificios que conforman la plaza. Éste se divide en dos cuerpos: el edificio de oficinas –un prisma horizontal de tres plantas cuya fachada recedida genera una galería cubierta de acceso al edificio, que desnuda su estructura y protege del sol la fachada este–; y una caja cerrada que antiguamente albergaba la infraestructura para comunicaciones y telefonía. Este cuerpo, con pórticos a manera de costillas, se vincula al volumen mayor a través de una cubierta. Sobre el extremo norte de la fachada este, Villanueva utiliza la marquesina como elemento que señala el acceso, pero esta vez colgada del la estructura del edificio a través de tensores metálicos. La obra Sin título, de André Bloc, se muestra como mural abstracto al interior de uno de los espacios del recinto. La fachada oeste posee vanos regulares enmarcados en bloque calados que protegen del sol. El colorido mural Un elemento estático en cinco posiciones, de Oswaldo Vigas (1926), situado sobre la caja cerrada, es un elemento plástico que forma parte de un conjunto mayor de obras que ayudan a construir «movimientos», formando parte de una compleja sinfonía musical, que Villanueva plantea bajo el concepto de la síntesis de las artes. IGV