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La Previsora es un ícono urbano para los caraqueños, un símbolo contemporáneo. La torre, de forma piramidal, evidencia la búsqueda de la forma a través de una estructura que privilegia la estabilidad como concepto. Construida por el Consor-cio Integral Fertec, el proyecto fue otorgado a la Oficina de Arquitectos BPK (Borges, Pimentel y Koifman), quienes con el magistral diseño de Pablo Lasala lograron el primer lugar del concurso convocado por la empresa aseguradora. El con-junto, formado por una torre de 30 pisos y un cuerpo de estacionamiento mecánico adyacente, se ubica al final del bulevar de Sabana Grande. Su forma es producto del encuentro de dos planos inclinados vinculados horizontalmente por grandes vigas o elementos estructurales, que permiten la formación de atrios interiores cada 5 pisos. La planta evidencia dos cuerpos vinculados por el núcleo central de circulación, cuya superficie útil va disminuyendo a medida que el edificio se eleva. Las tres últimas plantas conforman el remate en concreto obra limpia, donde se colocaron dos relojes suizos Patek Philippe orientados al este y al oeste, y el nombre de la torre en las fachadas norte y al sur. El paisajismo de Eduardo Robles Piquer y el mural Cromointerferencia (1973) obra de Carlos Cruz-Diez (1923) ubicado en el hall, complementan la racional eficiencia estructural, formal y técnica del edificio. Su carácter icónico trasciende su ámbito urbano, y su forma, única en la ciudad, hacen de La Previsora un punto de referencia del paisaje ur-bano circundante. IGV
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