Zonas de Caracas

FM-13

En los años 50, el Gobierno nacional, gracias a la terminación de la autopista Caracas-La Guaira, acomete la construcción de balnearios públicos populares en tres áreas costeras: Catia La Mar (al este), Naiguatá (al oeste) y Macuto (equidistante a ambas). Aunque adyacentes a centros poblados, el principal destinatario era el caraqueño que se desplazaba al litoral por el día. El programa de balnearios consistió en dotarlos de áreas recreacionales y servicios de apoyo. En este contexto, el Balneario de Catia La Mar es un edificio de dos plantas (290 m de largo por 16 m ancho), una gran cubierta posada sobre un terreno angosto y estirado, que busca explotar al máximo el frente marítimo y las brisas para ventilarse. El uso de «cortinas de bloques» en sus largas fachadas y de una cubierta abovedada que se ajusta a un módulo que rige su estructura de concreto armado le otorgan el carácter de una instalación propia del trópico. El proyecto se refuerza con servicios en la planta superior y una planta baja abierta a un variado sistema de áreas recreativas al aire libre. Un cilindro suspendido sobre su estructura perimetral ubicado al oeste contrasta con la horizontalidad del edificio principal. La alta calidad constructiva, contundencia formal, adaptabilidad al medio y confort ambiental alcanzados en este sencillo edificio se alinean al afán por dignificar las obras de uso público propio del régimen perezjimenista. El paso del tiempo nos muestra hoy un inmueble deteriorado que requiere ser rescatado como parte de una política integral de dotación de espacios para la recreación. ACA