DMA
La pequeña casa (250 m2) está construida sobre una parcela trapezoidal con vistas largas hacia los alrededores. La imagen de la casa, posada, vigilante sobre la colina, pervive como uno de los íconos de la arquitectura doméstica venezolana de esa década. A ella se accede lateralmente a través de un sistema de espacios. Un atrio descubierto (estacionamiento), una terraza y un zaguán, se suceden consecutivamente para llegar al espacio principal de la casa, de planta cuadrada, de diez metros de lado y techo piramidal de madera, donde tienen lugar las actividades sociales de la familia. A las habitaciones, ubicadas en el nivel inferior, se accede atravesando el área social y descendiendo a través de una escalera, contenida en otra torre, al oeste. Las torres están diseñadas «como una reminiscencia a la obra del arquitecto Louis Kahn». La cocina penetra dentro del área social y actúa como puente entre dicho espacio y las áreas de servicio, lo que permite la conformación de dos patios laterales que llevan luz y aire a los dormitorios abajo. La casa se soporta sobre muros de carga de ladrillo, con losas, vigas y algunos elementos constructivos y de protección solar en concreto. La rigurosa simetría es resultado del propio sistema de muros portantes. La vivienda marca una ruptura hacia la búsqueda de «cierta calidad moral o ascética del espacio», con un lenguaje claro, austero y universal, alejado de todo «venezolanismo», pero arraigado a su lugar y su tiempo. RU
A-JT-1
Wanadi
A-JT-2