Durante la década de los 50 se construyen en el litoral los primeros centros recreacionales modernos: Playa Grande Yatch Club (Julián Ferris), Playa Azul (Federico Beckhoff), Laguna Beach (Ferris Vegas y Tamayo) y Puerto Azul (Oscar Carpio y Guillermo Suárez). Fueron modernos clubes de playa destinados al recreo y el esparcimiento. En terrenos de la antigua Hacienda Camurí, en una ensenada orientada al oeste limitada por dos espigones, el club es resultado de la conjunción de varios promotores, y su imagen, obra de un importante esfuerzo colectivo de notables arquitectos. El anteproyecto fue desarrollado por Juan Andrés Vegas, mientras que el proyecto estuvo a cargo de Diego Carbonell. El club fue trazado por José Miguel Galia; el puerto y las playas fueron desarrollados por la oficina de Bernardo Nouel; el urbanismo, a cargo de Leopoldo Martínez Olavarría, y el paisajismo, diseñado por Robles Piquer. Inicialmente previsto para 600 socios, el centro social se desarrolla alrededor de la piscina y la casa club proyectadas por Gustavo Legórburu. Los espigones y el pabellón náutico son diseño de José Miguel Galia; mientras que la dársena, los bungalows, el auditorio y la capilla, obra de Américo Faillace. El complejo recreacional se caracteriza por tener amplias playas que se transforman, a pocos metros tierra adentro, en un sombreado bosque tropical. Incluye alrededor de 500 viviendas, donde destacan por su arquitectura los bungalows, el pabellón náutico, la casa club y el exuberante paisajismo. IGV