El edificio de servicios manifiesta una decidida intención de construir espacios ligados a su entorno con el uso de delgadas cubiertas de concreto armado de doble curvatura (paraboloides hiperbólicos) a modo de sombrillas, siguiendo el espíritu de las primeras construcciones del conjunto proyectadas por Antonio Pinzani en 1980. El edificio se resume formalmente en una cubierta revestida de madera que organiza la composición y cubre múltiples espacios fluidos y de distintas jerarquías, a partir de la generación de sombra, lo cual se evidencia en las profusas líneas oscuras y horizontales sobre su fachada. La cubierta genera distintas intensidades de sombras y se conforma por la unión de cuatro cálices soportados por una columna central que a manera de embudo canalizan la recolección de las aguas pluviales, reducen la temperatura interior y promueven el ahorro energético, el control climático y simplifican los recursos estructurales. El programa se dividió en dos áreas: la planta baja, destinada a la comunidad deportiva, y areas complementarias en la planta superior. Las fachadas se tradujeron en un volumen regular hacia el norte y una serie de volúmenes irregulares hacia el sur. Esta obra contemporánea utiliza el significado, espacialidad y materialidad del barco como alegoría de los viajes de los inmigrantes europeos y su llegada a América, acusando el carácter poético de la arquitectura. IGV