Producto de la oferta de apartamentos en alquiler en el sector de Bello Monte a mediados del siglo XX, se erigieron construcciones proyectadas por geómetras o delineantes avaladas por ingenieros, tendencia que se extendió caracterizada por el uso de variados códigos estilísticos como antídoto a la nostalgia o al pragma-tismo, lo que afectó la calidad de diseño. En este contexto, en la transición entre las zonas bajas de edificios residenciales con comercio y las altas de uso unifami-liar, resalta el Excelsior, alejado de los intereses que manifiestan sus vecinos inmediatos. Ubicado en esquina, la obra, potente y expresiva, muestra atributos de una modernidad sensible al entorno. Su prismática, esbelta y proporcionada volumetría muestra un juego de planos, colores y texturas, llenos y vacíos, que lo enriquecen y evidencian sus partes. Fachadas influenciadas por códigos del neo-plasticismo arquitectónico, son evidentes en la respuesta del edificio a la esquina, en el manejo de las superficies plegadas de sus balcones en voladizo, en sus mu-ros en ladrillo y en el revestimiento con baldosas donde destaca el nombre del inmueble. Destaca el acceso, una elegante escalera, ligeramente inclinada, refor-zado por una marquesina, como prolongación del alero de los comercios. Su cali-dad constructiva, nobleza de sus materiales, fluido contacto con la calle y contun-dente estampa permiten apreciar al Excelsior con una fidelidad tal que nos re-monta gratamente al momento de su construcción. ACA