Zonas de Caracas

DDN

Este conjunto de dos edificios evidencia la intención del primer plan del campus, que respondía a un estricto eje de simetría, abandonado más tarde. Proyectados en lenguaje racionalista, muestran temas singulares que serán desarrollados en otras construcciones. Ambos volúmenes, similares pero diferentes, con foco en el Hospital Clínico, generan una falsa perspectiva, y están vinculados a éste por un túnel peatonal. Villanueva recurre a un equilibrio por simetría, al repetir a cada lado del eje masas similares, como los auditorios, que muestran entidad propia, pero están aún contenidos por el edificio, y también las áreas de oficinas, que se despliegan en alas independientes, pero conectadas con el cuerpo central. El exterior es de friso liso combinado con elaboradas ventanerías y paños vidriados. Las fachadas varían según su orientación, evitando la repetición de los planos fugados. En un caso, predomina la superficie continua y transparente; en otro, nichos y balcones, y el uso del brise-soleil. Ambos son ejemplo de la desarticulación de los volúmenes en cuerpos independientes, que responde a un deseo de expresión plástica y funcional. Los accesos se descomponen en marquesinas o terrazas, sobre la entrada y articulan los cuerpos. Destacan los murales exteriores de Francisco Narváez (1905-1982), y sus esculturas La Educación y La Ciencia, en la terraza de cada edificio. Éstas (ambas figurativas) completan la propuesta de integración de las artes. Al edificio sur se le sería añadido un nivel, que deforma las intenciones compositivas originales. SM