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La obra, uno de los mayores museos de América Latina, y el que más años ha tardado en construirse en la ciudad, es triste ejemplo de la falta de continuidad de las políticas públicas a favor de la cultura. En 1974, el Consejo Nacional de la Cultura crea la Galería de Arte Nacional, que inicia actividades en 1976, en lo que fuera el Museo de Bellas Artes, obra de Carlos Raúl Villanueva. Durante el gobierno de Pérez, la institución encarga el proyecto para una nueva sede a los autores del parque Vargas y se le asigna un lote al norte de la avenida Bolívar, en una macro manzana sobre el parque Vargas, entre las avenidas Bolívar y México. Proyectada en 1986, estuvo paralizada por casi 20 años. En 2006 se retoman las obras y, en 2009, se inauguran 11 mil de sus 27 mil metros cuadrados, quedando pendientes por construir las áreas orientadas al sur. El generoso edificio se compone de tres cuerpos: un basamento con un pórtico, una galería cubierta, a triple altura, y un volumen central de dos pisos, de planta rectangular, destinados a las salas de exposición. En éstas, el espacio expositivo se genera a través de planos donde se muestran las obras, cuyo montaje es resuelto claramente con una fachada ubicada al oeste. El proyecto está pensado para mostrar piezas de cualquier tipo o escala. El museo, parte fundamental del sistema de espacios urbanos del parque Vargas, evoca a la Alte Pinakothek de Munich (Von Klenze, 1926) e incluye, al frente, un patio para esculturas y un estanque de agua, aún no construidos. IGV
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