Zonas de Caracas

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A fines del siglo XIX, para la celebración del centenario del natalicio del Libertador, Guzmán Blanco ordena reconstruir la iglesia de la Santísima Trinidad, de Juan Domingo del Sacramento Infante, destruida por el terremoto de 1812, y la convierte en el Panteón Nacional. Los trabajos, previamente diseñados por Solano, fueron confiados a Juan Hurtado Manrique, Julián Churión, Tomás Soriano y Roberto García, quienes los concluyeron en 1875. Para su inauguración, en 1875, trasladaron al lugar los restos de Francisco Rodríguez del Toro, Ezequiel Zamora, José Gregorio Monagas, Manuel Ezequiel Bruzual y Juan Crisóstomo Falcón, y en 1876, los de Simón Bolívar. Para el centenario de la Independencia, el edificio fue nuevamente intervenido. El proyecto a cargo de Chataing, llevó a cabo modificaciones en la fachada, reparó las armaduras y los techos y cambió la decoración interior. En 1929, es contratado el vasco Manuel Mújica Millán para restaurarlo. Mujica lo interviene fuertemente y le imprime su sello, agregando la torre central, de 48 metros de altura, y cambiando el estilo de la fachada. El Panteón Nacional está dividido en tres naves, y su interior alberga magistrales lienzos de Antonio Salas Díaz que narran episodios de la vida de Bolívar. En él reposan los restos de 140 personajes ilustres, desde el general irlandés Daniel O’Leary o el coronel italiano Agustín Codazzi, hasta la compositora Teresa Carreño y la novelista Teresa de la Parra. El altar mayor estuvo ocupado por el monumento a Simón Bolívar, que hoy se ubica al interior del   mausoleo, una monumental pieza que convirtió al Panteón en su hall de acceso, desvirtuando su concepción arquitectónica y valor histórico. La edificación es Monumento Nacional desde el 25 de julio de 2002. IGV