Zonas de Caracas

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La antigua plaza San Jacinto se origina a raíz de la construcción por parte de los dominicos del Convento de San Jacinto en 1591, al este de la Plaza Mayor. Durante los Siglos XVII y XVIII, el Convento que exhibió con majestuosidad sus capillas, retablos y altares, fue lugar de formación de los prominentes mantuanos de Santiago de León. Hoy la plaza esta rodeada de algunas edificaciones coloniales, como la casa del Libertador y el Museo Bolívariano. Por sugerencia de Alexander von Humboldt, fue dotada de un reloj de sol en 1802. En 1809, la plaza pasaría a ser mercado. Durante el terremoto de 1812, el convento fue destruido. El Ayuntamiento toma parte del terreno para su sede y la otra para una cárcel pública (1828), entre cuyos prisioneros estuvo Antonio Leocadio Guzmán. Posteriormente, su hijo, Antonio Guzmán Blanco, como presidente, decide colocar ahí una estatua en honor a su padre y la renombra plaza El Venezolano (1882). Al poco tiempo de su salida del poder, la escultura es removida del lugar pero, en 1893, por orden de Joaquín Crespo, es colocada nuevamente el sitio. La plaza funcionó como mercado hasta 1947. En 1967, se encarga un proyecto de reforma de la plaza a Tomás Sanabria, quien restituye el sentido de la plaza introduciendo una replica del reloj de sol original y sugiere con un ambicioso plan de renovación interconectarla con un sistema peatonal con emblemáticas edificaciones cercanas. En 2010, en el bicentenario de la declaración de Independencia, se colocó en la plaza el monumento «19 de abril de 1810», un burdo obelisco metálico rojo y negro, de base cilíndrica y 47 metros de altura, desvirtuando la escala y el carácter del plaza. MIP