Zonas de Caracas

AH-2

A los 26 años, Oscar Tenreiro construye una vivienda aislada para su familia. Los Aromos (Premio Vivienda Unifamiliar, Bienal de Arquitectura, 1967) usó como referencia la casa que Le Corbusier construyó para su madre a orillas del lago en Ginebra, siguiendo la planta rectangular alargada, espacios de dimensiones ajustadas y orientación preferencial hacia la vista. Tomó también el concreto visto del maestro suizo-francés, el techo-jardín que rodea al estudio en la segunda planta con sus notorias gárgolas, las «celdas» integrables para los dormitorios de los niños, similares a las de la Unité de Marsella, el tratamiento de las ventanas y la policromía. También acusa la influencia de Louis Kahn, en el uso del bloque de concreto y en el tratamiento de los volúmenes que se adosan al prisma principal bajo el principio de los «espacios sirvientes». La clave de la implantación fue el patio, ubicado en un punto central, concebido como umbral, sitio de relación con el paisaje, la ciudad y el Ávila. El techo jardín se integra a él y las vigas de concreto apergoladas lo abrazan, lo que lo convierten en uno con la vivienda. Sucesivas intervenciones corrigieron errores: la primera, en 1975, superpuso un amplio techo protector de estructura metálica sobre gran parte de la planta, otorgandole su aspecto actual. Las corbusianas ventanas verticales separan ventilación e iluminación, enmarcadas en elementos de concreto armado. Las lamas de madera policromadas se complementan con los colores en los tabiques externos. La cubierta agregada en 1994, fachada al cielo, de un azul intenso, se integró a esa policromía. Treinta y cinco años después, se proyectó una segunda vivienda como una extensión de la primera, y se propuso una tercera recién terminada (2012-2016), conformándose un conjunto familiar.

En la segunda casa (2004-2005), de cuatro niveles, accesible desde el patio común, predomina el concreto armado y el bloque de concreto, protegidos de la lluvia por un generoso alero perimetral y aislada con una pared interna para protegerse del húmedo ambiente de la zona. Las ventanas siguen el criterio de separar iluminación y ventilación. La unidad-tipo (en todos los dormitorios) conserva la ventana vertical graduable, cuyo color verde se suma al de los mosaicos en antepechos y barandas metálicas, para hacer contrapunto a los colores de las paredes del último nivel, revestidas de cerámica, donde destaca un muro rojo que cierra la visual hacia la tercera casa. El balcón frente al estar y la cocina, de estructura metálica y piso de madera, cuelga del voladizo del piso superior y protege las ventanas de los pisos inferiores. Abierto a la vista, se mezcla con el follaje de los árboles, siendo a la vez expansión del comedor y el estar. OT