Zonas de Caracas

JAC

La casa del Libertador Simón Bolívar, utilizada antes de 1910 como almacén, fue adquirida por el estado en 1912, durante el régimen de Gómez, como mecanismo ideológico para consolidar la imagen del país. Las obras de restauración, en las que se insertaron nuevos elementos de estilo colonial, estuvieron a cargo del ingeniero Vicente Lecuna. El proyecto intentó valorar la arquitectura colonial exponiendo lo que consideraba característicamente caraqueño, generando todo un catálogo de elementos que fueron incorporados a la deteriorada casa burguesa del siglo XVII y convirtieron una sencilla casa de patio, en un palacio. La vivienda, de una sola planta, construida entre medianeras, posee patios interiores rodeados por corredores y habitaciones, entre las cuales destacan la Sala Principal, la Alcoba y el Gabinete, que ocupan el cuerpo frontal. En el patio principal se exhibe la pila donde fue bautizado el Libertador, antes ubicada en la catedral; el segundo patio era utilizado para los servicios. Así, la casa se convirtió en el paradigma de la arquitectura colonial, con muros revestidos de mármol imitando sillería, un portal de piedra coronado por el escudo de los Bolívar, nobles materiales, maderas y mobiliario de época. El decorado incluye pinturas de Tito Salas (1887-1974) que ilustran episodios de la historia de Venezuela, y cuadros de Arturo Michelena (1863-1898) y Martín Tovar y Tovar (1827-1902). En 1989 fue intervenida por Ramón Paolini, quien restituyó algunos elementos deteriorados y modificó otros, dejando intactos los demás componentes del monumento neocolonial. IGV