Zonas de Caracas

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El complejo de piscinas, de tres volúmenes articulados, está integrado a la topografía del lugar gracias a una organización libre e irregular. El acceso a la plataforma de las piscinas es una rampa, ubicada en la intersección de las graderías, revestidas de mosaicos rojos. Tal acceso sorprende, ya que sirve de ingreso a un espacio abierto, cuyo basamento alberga gimnasios, vestidores, servicios y áreas de apoyo. Villanueva utiliza la altura del techo para ventilar e iluminar todo, tamizando la luz con romanillas metálicas. En el interior, el espacio es una sola unidad, diferenciada por el desnivel que separa la zona de las piscinas –una olímpica y otra de saltos ornamentales–de las áreas para ejercicios libres y la cafetería. Villanueva hace alarde de su sentido estético y de su manejo técnico de los materiales, al plantear coberturas para las gradas, dispuestas en «L», en las que desarrolla una variante del recurso ya utilizado en el pequeño auditorio de Odontología, dejando a la vista el reverso de las gradas, que sirven de marquesina, pero que en el interior están cubiertas por una delgada superficie de concreto, sostenida por costillas de particular geometría. El resultado final tiene una apariencia ligera y fluida. Frente a ésta, diseñó una gran cubierta de planta triangular con formas rectas, apoyada en patas articuladas, que sirve de conexión entre los volúmenes. Esta pieza es muestra de la maestría del arquitecto en el manejo de la forma en concreto, que abarca incluso el diseño de las torres de los trampolines. SM