Zonas de Caracas

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«En general, las iglesias de Caracas están bien construidas. La iglesia parroquial de Altagracia es la mejor de todas y su fábrica honraría hasta a las principales ciudades de Francia. El derecho de la virtud a la estima y admiración pública me obliga a hacer constar que los pardos libres vecinos de esta iglesia la construyeron y ornaron a sus expensas, ayudados por algunas contribuciones de los blancos». Así describió este templo el diplomático Francisco Depons (1751-1812), construido por los Hermanos de la Cofradía de Nuestra Señora de Altagracia, Sociedad de Mulatos, fundada en 1614 y que antes funcionaba en la iglesia del Convento de los Dominicos en San Jacinto. Esta iglesia, una de las más antiguas de la ciudad, y la quinta construida en Caracas, fue destruida en el terremoto de 1812. En 1857 se procedió a su reconstrucción. Este templo reinterpreta elementos neoclásicos y neogóticos. Tiene tres accesos principales coronados por ventanales. El aspecto más relevante de su ornamentación son las cornisas, rematadas por tres frontones arqueados. En su interior, se despliega en tres naves, a la manera de las iglesias basilicales. La nave central, más alta y prolongada, se apoya sobre columnas de orden toscano. Su altar mayor acoge un retablo colonial realizado por Francisco José Cardozo (1767-1818) en 1817. En este recinto se encuentran obras de notables pintores venezolanos, como «La Inmaculada Concepción» y «El bautismo del Salvador» de Antonio Herrera Toro (1857-1914). WNA/IGV