La vivienda persiste como una obra contemporánea sobria, propia de la modernidad, con una búsqueda arquitectónica adaptada a su entorno urbano al afianzar la identidad urbana de Santa Mónica. El diseño privilegió la economía, la calidad y la durabilidad expresadas en sus materiales y en el tipo de construcción, adaptado al trópico. La casa combina gruesos muros de ladrillo que reducen el paso del flujo calórico, con un sistema de ventilación cruzada norte-sur, dotada de protección solar, así como de mecanismos de iluminación y ventilación por el techo. La estructura de concreto armado, expuesta en sus elementos horizontales, contiene los muros de ladrillo macizo. La forma y los aspectos funcionales se combinan en dos bloques volumétricos, vinculados formalmente y disgregados solo en apariencia, unidos por un corredor que configura en varios niveles una adecuada relación con la calle. El programa se divide: el primer bloque accesible por una escalera de caracol, alberga los dormitorios. El área social diferenciada en el segundo bloque se integra en el segundo nivel con el jardín, y se comunica con la planta baja donde se ubica la zona de servicios. En la obra se percibe la inquietud de los arquitectos, por la investigación y el desarrollo tecnológico, aspecto que marcaría su futura experiencia profesional. La obra fue publicada en el libro World Architecture One, Studio Books, editado en Londres en 1965 por John Donat, con fotografías de Oscar Tenreiro. MH