Zonas de Caracas

IGV

Este auditorio de íntimas atmósfera y cuidadas proporciones fue concebido para conciertos de música de cámara, pequeños grupos y conferencias. Ubicado entre el Aula Magna y la Biblioteca Central, se conecta a los corredores con un leve giro de su eje. El acceso está precedido por un área concebida como un vestíbulo abierto, en cuyo techo hay una abertura hexagonal, que permite el paso de la luz, lo que da como resultado una iluminación controlada que se refleja en las láminas de la escultura Positivo-Negativo, de Víctor Vasarely (1906-1997). Con capacidad para 457 espectadores, la sala dispone de una cabina de proyección audiovisual. La edificación está compuesta por cinco pórticos consecutivos a distintas alturas, con grandes vigas, con una cubierta laminar de concreto, que los vincula en distintos ángulos con la cubierta del corredor al cual se conecta. Su silueta evidencia la destreza del arquitecto, quien logra un volumen dotado de un potente sentido escultórico a través del control de los elementos estructurales que definen tanto su espacio interior como su aspecto externo, visible desde la «tierra de nadie». Su rigor exterior contrasta con su delicado diseño interior: una superficie de madera continua que parte desde la tarima del escenario y se convierte en plafond para terminar por cubrir todo el espacio con suaves formas onduladas, creando un interior sensual de gran elegancia, de clara influencia escandinava. SM